Dead Woman's City. By Esther M. García
"In Dead Woman's City, Esther García speaks Juarense, the true pachuquismo of Spanish and Caló. She encapsulates a terrifying truth, told defiantly. In an otherwise normal cityscape, she tells us her city's secrets and points out where to look—in potholes, abandoned bars, crooked border patrol agents, and in the shrouded mystery of the hearts of mothers who forever seek their missing daughters. Esther García speaks of her birthplace, Ciudad Juárez, unflinchingly, hauntingly. And with humor, the humor of survival, of the laughter that can only be formed when you know true grief. Dead Woman's City will awaken you."— Gris Munoz, author of Coatlicue Girl
"Las páginas de Dead Woman's City donde Esther García plasma el doloroso ritmo de la vida son la entrada al abismo. Su maestría para encadenar palabras hace que bailen a la vista del lector en este libro de poemas-denuncia que marcan el sabor de la lectura. El cruce del río, la pasada al otro lado, los cambios de códigos, la frontera y las referencias literarias son ritos de pasaje para el lector-testigo que camina con las muertas, las desaparecidas, las mutiladas, las torturadas, las hijas que no regresaron a casa y forman ese collage sanguíneo que rebosa las fosas clandestinas. Dead Woman City es un poemario que, como Virgilio, nos guía al averno."—Xánath Caraza, autora de Corta la piel / It Pierces the Skin
"Esther M. García nos presenta en Dead Woman's City un poemario crudo, una denuncia sin anestesia. Los poemas de esta obra son fotografías grises que retratan la violencia y desesperanza reinante en la frontera mexicana con Estados Unidos. Empleando un lenguaje necesariamente coloquial, calculado, salpicado de espanglish, la poeta traza en el plano de la ciudad un verdadero infierno, sobre todo para para la mujer, de silencio, de huesos al aire, tufo a cadáver, cuerpos mutilados en lotes baldíos."— Gabriel González Núñez, autor de ese golpe de luz
Cuarta de forros: “Dead Woman's City”, de Esther M. García, está vinculado con la tradición “dantesca”, pues toma el nombre de la Beatriz de la Divina Comedia, así como la idea de los nueve círculos del infierno. Retomando la idea de los círculos, y las políticas del cuerpo femenino como espacio, los poemas conceptualizan zonas arquitectónicas, y geométricas, donde han sido encontrados los cuerpos sin vida: lotes baldíos, naves industriales abandonadas. Los versos se construyen a partir de recursos lingüísticos del spanglish, propio de las ciudades fronterizas.
"In Dead Woman's City, Esther García speaks Juarense, the true pachuquismo of Spanish and Caló. She encapsulates a terrifying truth, told defiantly. In an otherwise normal cityscape, she tells us her city's secrets and points out where to look—in potholes, abandoned bars, crooked border patrol agents, and in the shrouded mystery of the hearts of mothers who forever seek their missing daughters. Esther García speaks of her birthplace, Ciudad Juárez, unflinchingly, hauntingly. And with humor, the humor of survival, of the laughter that can only be formed when you know true grief. Dead Woman's City will awaken you."— Gris Munoz, author of Coatlicue Girl
"Las páginas de Dead Woman's City donde Esther García plasma el doloroso ritmo de la vida son la entrada al abismo. Su maestría para encadenar palabras hace que bailen a la vista del lector en este libro de poemas-denuncia que marcan el sabor de la lectura. El cruce del río, la pasada al otro lado, los cambios de códigos, la frontera y las referencias literarias son ritos de pasaje para el lector-testigo que camina con las muertas, las desaparecidas, las mutiladas, las torturadas, las hijas que no regresaron a casa y forman ese collage sanguíneo que rebosa las fosas clandestinas. Dead Woman City es un poemario que, como Virgilio, nos guía al averno."—Xánath Caraza, autora de Corta la piel / It Pierces the Skin
"Esther M. García nos presenta en Dead Woman's City un poemario crudo, una denuncia sin anestesia. Los poemas de esta obra son fotografías grises que retratan la violencia y desesperanza reinante en la frontera mexicana con Estados Unidos. Empleando un lenguaje necesariamente coloquial, calculado, salpicado de espanglish, la poeta traza en el plano de la ciudad un verdadero infierno, sobre todo para para la mujer, de silencio, de huesos al aire, tufo a cadáver, cuerpos mutilados en lotes baldíos."— Gabriel González Núñez, autor de ese golpe de luz
Cuarta de forros: “Dead Woman's City”, de Esther M. García, está vinculado con la tradición “dantesca”, pues toma el nombre de la Beatriz de la Divina Comedia, así como la idea de los nueve círculos del infierno. Retomando la idea de los círculos, y las políticas del cuerpo femenino como espacio, los poemas conceptualizan zonas arquitectónicas, y geométricas, donde han sido encontrados los cuerpos sin vida: lotes baldíos, naves industriales abandonadas. Los versos se construyen a partir de recursos lingüísticos del spanglish, propio de las ciudades fronterizas.
"In Dead Woman's City, Esther García speaks Juarense, the true pachuquismo of Spanish and Caló. She encapsulates a terrifying truth, told defiantly. In an otherwise normal cityscape, she tells us her city's secrets and points out where to look—in potholes, abandoned bars, crooked border patrol agents, and in the shrouded mystery of the hearts of mothers who forever seek their missing daughters. Esther García speaks of her birthplace, Ciudad Juárez, unflinchingly, hauntingly. And with humor, the humor of survival, of the laughter that can only be formed when you know true grief. Dead Woman's City will awaken you."— Gris Munoz, author of Coatlicue Girl
"Las páginas de Dead Woman's City donde Esther García plasma el doloroso ritmo de la vida son la entrada al abismo. Su maestría para encadenar palabras hace que bailen a la vista del lector en este libro de poemas-denuncia que marcan el sabor de la lectura. El cruce del río, la pasada al otro lado, los cambios de códigos, la frontera y las referencias literarias son ritos de pasaje para el lector-testigo que camina con las muertas, las desaparecidas, las mutiladas, las torturadas, las hijas que no regresaron a casa y forman ese collage sanguíneo que rebosa las fosas clandestinas. Dead Woman City es un poemario que, como Virgilio, nos guía al averno."—Xánath Caraza, autora de Corta la piel / It Pierces the Skin
"Esther M. García nos presenta en Dead Woman's City un poemario crudo, una denuncia sin anestesia. Los poemas de esta obra son fotografías grises que retratan la violencia y desesperanza reinante en la frontera mexicana con Estados Unidos. Empleando un lenguaje necesariamente coloquial, calculado, salpicado de espanglish, la poeta traza en el plano de la ciudad un verdadero infierno, sobre todo para para la mujer, de silencio, de huesos al aire, tufo a cadáver, cuerpos mutilados en lotes baldíos."— Gabriel González Núñez, autor de ese golpe de luz
Cuarta de forros: “Dead Woman's City”, de Esther M. García, está vinculado con la tradición “dantesca”, pues toma el nombre de la Beatriz de la Divina Comedia, así como la idea de los nueve círculos del infierno. Retomando la idea de los círculos, y las políticas del cuerpo femenino como espacio, los poemas conceptualizan zonas arquitectónicas, y geométricas, donde han sido encontrados los cuerpos sin vida: lotes baldíos, naves industriales abandonadas. Los versos se construyen a partir de recursos lingüísticos del spanglish, propio de las ciudades fronterizas.
Esther M. García (Ciudad Juárez, 1987) es una poeta y escritora mexicana. Estudió la Licenciatura en Letras Españolas en la Universidad Autónoma de Coahuila. Actualmente radica en Saltillo, Coahuila. Su carrera literaria comenzó a los 17 años y ha ganado diversos premios y reconocimientos a nivel nacional, e internacional. Dos de sus obras poéticas, Bitácora de mujeres extrañas y Mamá es un animal negro que va de largo por las alcobas blancas, han sido consideradas por especialistas literarios como libros fundamentales para entender la lírica contemporánea en México, así como la gran violencia de género que se vive en el país.